in Revista MVZ Córdoba
Productividad y características de la canal de ovinos suplementados con propionato de calcio
Resumen
Objetivo. Evaluar el efecto de la inclusión de propionato de calcio (PCa) sobre variables productivas y características de la canal en corderos en finalización. Materiales y métodos. Se utilizaron 24 coderos machos de la cruza Dorper x Pelibuey de 5 meses de edad, con un peso corporal promedio (μ±SD) de 27±2.7 kg. Fueron asignados a uno de tres tratamientos (control [CON] y dos niveles de PCa: 10 y 20 g/kg de MS) en un diseño completamente al azar (3 tratamientos, 8 repeticiones por tratamiento, considerando cada cordero como una unidad experimental). Las variables de respuesta se redujeron a 1 valor medio para cada cordero, y los datos se analizaron en SAS versión 9.4 usando Proc Mixed. Resultados. La ganancia diaria de peso (GDP), conversión (CA) y eficiencia alimenticia (EF) fueron mayores en 13, 20 y 24%, respectivamente por la inclusión de 20 g de PCa/kg MS (p≤0.05). El peso de la canal fría (PCF), rendimiento en canal caliente (RCC) y rendimiento en canal fría (RCF) fueron mayores al incrementar el nivel de inclusión de PCa (p≤0.05). Conclusiones. La suplementación con PCa en dosis de hasta 20g/kg en dietas de finalización puede mejorar los parámetros productivos y de rendimiento en canal sin afectar el consumo de materia seca (CMS).
Main Text
INTRODUCCIÓN
El Propionato de Calcio (PCa) es una sal orgánica formada por la reacción entre el hidróxido de calcio y ácido propiónico (AP) (1). Se utiliza ampliamente como aditivo antifúngico para conservar la calidad de los alimentos con alto grado de humedad durante su almacenamiento (2). En rumiantes el PCa se puede hidrolizar en Ca2+ y AP en rumen (1). El AP se absorbe a través del epitelio ruminal y funciona como precursor primario para la síntesis hepática de glucosa (3) y puede suministrar hasta el 95% de este azúcar (4). La glucosa es un nutriente fundamental para la producción de energía (5), ya que proporciona casi el 80% de la energía metabolizable consumida por los animales.
La suplementación con PCa en la producción animal depende de la especie, edad y estado fisiológico. Por ejemplo, en bovinos se puede incluir en un rango de 50 a 300 g/d (6,7,8) y en ovinos en crecimiento de 10 a 30 g/kg de MS (9,10). El potencial gluconeogénico del PCa permite contrarrestar los efectos del balance energético negativo y cetosis que ocurre al inicio de la lactancia en vacas lecheras (11), cuando las necesidades energéticas para la síntesis láctea no se satisfacen con la dieta (12). También se ha utilizado para mejorar el aumento de peso corporal en terneros y favorecer el desarrollo de los órganos internos y tracto gastrointestinal (13). Lee-Rangel et al (14) indican que el PCa puede reemplazar parcialmente la energía suministrada por el grano en dietas para corderos de engorde.
Por consiguiente, el incremento en la concentración de AP, derivado de la entrada exógena de PCa puede reducir el pH ruminal, mejorar la digestibilidad de la MS, materia orgánica (MO), fibra detergente neutro (FDN) y ácida (FDA), e incrementar la disponibilidad de nutrientes y energía (8); favoreciendo la ganancia diaria de peso (GDP), conversión alimenticia (CA), rendimiento y composición de la canal. Además, puede actuar como mediador metabólico con un efecto hipofágico en el animal, producto de su capacidad para estimular la oxidación de acetil CoA hepática (15). Sin embargo, los resultados para consumo de materia seca (CMS) han sido inconsistentes, y son atribuidos al nivel de nutrición del animal, al valor nutricional dieta, al nivel de incorporación de PCa y al grado de pureza del producto (6,16,17). Nuestra hipótesis plantea que la inclusión de PCa en dietas para corderos en crecimiento mejora los parámetros productivos, sin afectar el CMS. Por consiguiente, el objetivo del presente estudio es determinar la respuesta productiva y características de la canal en corderos suplementados con una sal cálcica de ácido propiónico.
MATERIALES Y MÉTODOS
Aspectos éticos. Todos los procedimientos realizados en animales estuvieron en estricto apego a la NOM-062-ZOO 1999. El periodo experimental inició cuando el protocolo de uso y manejo de animales fue aprobado.
Área experimental. El experimento tuvo lugar en la granja experimental del Colegio de Postgraduados Campus Montecillo, en el área de nutrición de rumiantes (19° 27’ 35’’ N 98° 54’ 24’’ W y 2244 m de altitud) en Texcoco, México. El clima del sitio, según la clasificación de Köppen, es Cw (templado subhúmedo) con estaciones lluviosas (primavera-verano). La temperatura anual promedio y precipitación son 15°C y 500 mm, respectivamente.
Diseño experimental y dietas. 24 corderos (Dorper × Pelibuey) de 21 semanas de edad y un peso corporal (μ±SD) de 27±2.7 kg, se utilizaron en un diseño completamente al azar y fueron asignados a uno de tres tratamientos (control [CON] y dos niveles de PCa: 10 y 20 g/kg de MS) con 8 repeticiones cada uno, considerando cada cordero como una unidad experimental. Las dietas experimentales (Tabla 1) consistieron en una ración totalmente mezclada (RTM) con una relación 60% forraje y 40% concentrado, cubriendo los requerimientos nutricionales para corderos en crecimiento y finalización (18).
Las dietas se formularon para proporcionar un nivel similar de energía y proteína. En la RTM se remplazó un porcentaje de maíz molido por la misma cantidad de PCa (10 y 20 g/kg) para establecer los tratamientos experimentales.
El PCa se mezcló completamente según las proporciones propuestas con 1 kg de maíz molido (vehículo), posteriormente con el resto del concentrado y luego con el forraje durante 25 min en una mezcladora horizontal de cintas marca AZTECA.. Los corderos se alimentaron en dos servicios (8:00 y 15:00 h), ofreciendo 70% del alimento por la mañana y 30% por la tarde. Se proporcionó un excedente diario de 10% de alimento.
Manejo de animales. Para garantizar el confort, los corderos se ubicaron individualmente en corrales de 2x2 m2 equipados con comederos y bebederos. Toda la infraestructura se ubicó en un edificio cerrado con piso de concreto. A los corderos se les administró previamente vía intramuscular vitamina ADE (2 mL por cordero; 1 mL contiene = vitamina A: 500 mil UI; vitamina D3: 75 mil UI; vitamina E1: 50 mg) e ivermectina (0.5 mL por animal; 1 mL=10 mg de ivermectina). Se proporcionó agua ad libitum a todos los corderos. Durante 15 días previo al inicio del experimento, los corderos fueron alimentados con la dieta CON para adaptarlos y obtener valores de referencia sobre el CMS. Al inicio de la prueba, el CMS (μ ± SD) fue de 1.10±0.13 kg/d. Los corderos se pesaron utilizando una báscula electrónica (TORREY TIL/S: 107 2691, TORREY electronics Inc., Houston, TX, USA) después de un ayuno de sólidos de 14 h, con intervalos de 2 semanas para determinar la GDP.
Variables de respuesta. Se evaluó el CMS (alimento ofrecido - alimento rechazado), GDP (Peso final – peso inicial/42), ganancia total (GT; Peso final – peso inicial), CA (relación entre el total de alimento consumido / GT), eficiencia alimenticia (EF; GDP/CMS promedio), peso corporal final (PCF), peso vivo al sacrificio (PVS). La matanza se realizó después de un ayuno de 24 h en un matadero comercial apegándose a la NOM-033-SAG/ZOO-2014. Inmediato a la matanza se registró el peso de la canal caliente (PCC), y se refrigeraron las canales a 4 °C; trascurridas 24 h se registró el peso de canal fría (PCF). El rendimiento de la canal caliente (RCC) y fría (RCF) se obtuvo mediante: RCC = ((PCC/PVS) *100) y RCF= ((PCF/PVS) *100). El grosor de grasa dorsal (BTh) y el área de chuleta (ChA) se determinaron por ultrasonografía al inicio y final del periodo experimental.
Colecta de datos y análisis químico. Diariamente se colectaron muestras representativas de alimento por tratamiento y se determinó el contenido de MS parcial utilizando una estufa de aire forzado a 60 °C durante 72 h, en consecuencia, la RTM se ajustó cada tercer día cuando fue necesario. Cada muestra se colocó en bolsas de plástico y se almacenó en un lugar libre de humedad para evitar contaminación por hongos. Al final del periodo experimental las muestras individuales se mezclaron para cada tratamiento, y se tomó una alícuota de 15% para su análisis químico (Tabla 2).
Las muestras de alimento se molieron a través de un tamiz de 2 mm en un molino Thomas Wiley ® (Thomas-Scientific; Filadelfia, PA) y se analizaron por triplicado para determinar la MS absoluta (mediante secado a 100 °C durante 24 h), cenizas a 600°C durante 2 h para calcular MO (método 942.05) (19), nitrógeno total a través del método de combustión (LECO ® serie CN-2000 3740, LECO ® Instruments Inc., St. Joseph, MI, EUA), extracto etéreo mediante el método de hidrólisis ácida usando éter de petróleo como solvente (EE; método 922.06) (19). Los contenidos de FDN y FDA se determinaron de acuerdo con Van Soest et al (20) utilizando sulfito de sodio, sin amilasa termoestable.
Análisis estadístico. Todas las variables de respuesta se redujeron a 1 valor medio para cada cordero, y los datos se analizaron en SAS (21) usando PROC MIXED. El modelo utilizado fue siguiente:
Yij = µ + Ti + Eij
dónde:
Yijk = variable dependiente,
µ = media,
Ti = efecto fijo del tratamiento (i= 1…, 3),
Eij = error aleatorio asumiendo Eij ~ N (0, δ2).
Las medias se compararon con la prueba de Tukey y se consideraron estadísticamente significativas a un p <0.05. Adicionalmente, se analizó la tendencia de respuesta al tratamiento mediante contrastes (lineales y cuadráticos) mediante el procedimiento PROC MIXED (SAS) (21).
RESULTADOS
En el presente estudio las concentraciones de nutrientes fueron similares entre tratamientos (p>0.05) (Tabla 2). El PF, CMS, PT, ChA y BTh no fueron modificadas por la inclusión de PCa (p>0.05) (Tabla 3). La GDP y EF incrementaron linealmente (p≤0.05) (Tabla 3) mejorando en 13 y 24%, respectivamente por la inclusión de 20 g de PCa. Una mejor EF mejoró recíprocamente la CA, reduciendo linealmente (p≤0.01) (Tabla 3) la ingesta de alimento para formar un kg de carne en 11 y 20% cuando el nivel de PCa fue de 10 y 20 g/kg, respectivamente. La inclusión de PCa no modificó el PVS y PCC (p>0.05) (Tabla 4). Sin embargo, el PCF (p≤0.04), el RCC y RCF presentaron un incremento lineal (p≤0.01) (Tabla 4) conforme aumentó la concentración de PCa en el alimento.
DISCUSIÓN
El AP es un producto final derivado de la fermentación ruminal de carbohidratos que ingresa al torrente sanguíneo y sirve como fuente de energía y como sustrato para las funciones anabólicas en los rumiantes, puede actuar como un mediador metabólico y suprimir el CMS (22). Reducciones en el CMS pueden derivarse de una mayor producción de AP en respuesta al propionato exógeno de la dieta. El AP es un metabolito anaplerótico y sus efectos hipofágicos probablemente se deben a su capacidad de estimular la oxidación hepática de acetil-CoA (15). Una mayor oxidación de acetil-CoA contribuye a la saciedad del animal (23). Informes previos hipotetizan que el umbral para causar efecto hipofágico es de alrededor de 12 moles/animal/día (24). En ganado lechero se ha reportado que la infusión en abomaso de una solución de propionato de sodio equivalente a 1.68 mol/día no alteró el CMS (16). Inclusiones de 0.22 y 0.43 mol/día de PCa en raciones para terneros Jersey no disminuyó el CMS (8).
En contraste Bradford y Allen (25) reportan una disminución en la ingesta por la infusión ruminal de propionato de sodio a razón de 19 mol/día en vacas lactantes. En el presente estudio, la concentración molar estimada fue 0.067 y 0.132 mol/día para los dos niveles de PCa, concentraciones que se encuentran por debajo del umbral para ocasionar cuellos de botellas a nivel hepático que alteren el metabolismo del AP y afecten el CMS (26). Nuestros resultados concuerdan con los obtenidos en ovinos criollos y cruzados (Hampshire × Suffolk) en los cuales no se reporta efecto del PCa sobre el CMS cuando se incluyó en un rango de 0.064 a 0.207 mol/día (9,14,24). Investigadores refieren que los resultados inconsistentes sobre el CMS por la adición de PCa, se deben al efecto del estado fisiológico y nutricional del animal, la relación forraje: concentrado en la dieta, el nivel de inclusión PCa (6,17), así como, a la pureza del producto utilizado.
Los resultados reportados en el estudio actual para las variables PF, PT, ChA y BTh, concuerdan con los reportados por investigaciones previas (9,14,24). Sin embargo, Martínez-Aispuro et al (9) reportan incrementos en la GDP en 17.2 y 13.8% por la inclusión de PCa en 10 y 20 g/kg de MS; de igual forma, los requerimientos de alimento para formar un kg de peso vivo fueron menores en 14.6 y 11.9% con dichas concentraciones; los resultados concuerdan con los reportados en nuestro estudio, en el cual la EF también se vio favorecida. Se ha informado una mayor EF luego de la inclusión de precursores gluconeogénicos (5).
Zhang et al (8) reportan GDP superiores a 300 g/día en terneros suplementados con 0.43 mol/día de PCa. Otros investigadores no encontraron diferencias con la adición de PCa a raciones de ovinos sobre la GDP y CA (10,14,24). Una mejor GDP, CA y EF se puede deber a que la suplementación con PCa puede mejorar la utilización de nutrientes (27) y proporcionar energía adicional fácilmente disponible, por una mayor síntesis hepática de glucosa (3,6,11,17). En el presente estudio el valor estimado de energía metabolizable (EM) para el PCa fue de 4. 463 MCal/kg, valor superior al informado por Mendoza-Martínez et al (24) de 3.766 MCal/kg. Se estima que las raciones del estudio actual aumentaron su energía metabolizable (EM) en promedio 1% cuando se incluyó 10 y 20 g/kg de PCa. Al respecto, Mendoza-Martínez et al (24) y Berthelot et al (28) reportan aumentos de 2.5 y 10% en la EM de la ración con la inclusión de 50 g/kg de propionato de sodio y 20 g/kg de PCa, respectivamente.
Un incremento en la concentración energética puede generar aumentos en el peso corporal. Basándose en la GDP del estudio, se predijo el CMS y los requerimientos de energía neta (EN). El coeficiente de EN estimado para ganancia para las raciones con 10 y 20 g PCa/ kg MS fue de 1.12 y 1.05, respectivamente; valores >1 indican un uso eficiente de la EN que teóricamente contenían las dietas (29). El coeficiente de CMS estimado fue de 1.03<0.90<0.85 para las dietas CON, 10 y 20 g de PCa, respectivamente; valores <1 indican aumentos en la eficiencia de retención de EN por kg de MSC, equivalente a un menor consumo de alimento para formar un kg de peso vivo (29). La relación entre el consumo observado vs estimado permite calcular el grado de eficiencia en el uso de la energía de los tratamientos (30), la cual al parecer fue mejor aprovechada por los corderos cuando se incluyó PCa lo que favoreció la GDP, CA y EF.
Se ha demostrado que la densidad energética de la ración puede influir sobre el rendimiento y composición de la canal (31). Nuestros resultados concuerdan con investigaciones donde no se obtuvo diferencias en PCC en corderos suplementados con 10 y 20 g de PCa (14,24). Un incremento lineal en PCF pudo ser un efecto indirecto de la suplementación con PCa, ya que el propionato exógeno favoreció la GDP (Tabla 3) e incremento en promedio 2 kg el PCF en ovinos que recibieron 10 y 20 g de PCa, por lo tanto, la deposición de grasa en musculo también pudo ser favorecida. Por otra parte, se sabe que el músculo animal está compuesto en promedio por 75% de agua (32) y que después del sacrificio el contenido de agua se reduce por evaporación, como consecuencia del corte sobre los tejidos. Sin embargo, un mayor contenido de grasa intramuscular en la canal derivado de una mayor disponibilidad de glucosa para la lipogénesis (33) redujo las pérdidas por deshidratación en los tratamientos donde se incluyó PCa con respecto al tratamiento CON.
Resultados de otros estudios sobre RCC y RCF, concuerdan con los reportados en el presente trabajo (33); al encontrar una disminución lineal en dichas variables cuando incrementó la concentración de glicerina cruda en las dietas. La mejora en RCC y RCF al incluir PCa en la alimentación de corderos, puede estar relacionada con las características de la dieta y el aporte exógeno de AP. Por ejemplo, estudios reportan que el uso de concentrado o precursores de glucosa en la finalización de corderos favorece la producción de AP en rumen e incrementa el rendimiento de la canal (34) en comparación con corderos alimentados con forrajes, los cuales presentan fermentaciones de tipo acética.
En conclusión, los resultados de este estudio indican que la inclusión de 20 g/kg de PCa en la dieta de corderos en finalización mejora la GDP, CA y EF, sin afectar el CMS. El PCa se puede utilizar para mejorar la productividad en corderos, debido a que favorece la disponibilidad de energía y mejora el uso de los nutrientes que componen la dieta; además, puede mejorar significativamente el rendimiento en canal.
Conflicto de intereses
Los autores no tienen ningún conflicto de intereses que informar.
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