in Revista MVZ Córdoba
Lophomonas blattarum parásito de cucarachas que causa neumonías infrecuentes en humanos
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Lophomonas blattarum parásito de cucarachas que causa neumonías infrecuentes en humanos
L. blattarum es eliminado en las heces de las cucarachas y como se ha demostrado para otros protozoos flagelados (3,4), y de acuerdo con Martínez-Girón y Ribas (5) el organismo desarrolla quistes que pueden sobrevivir en el medio ambiente si las condiciones externas son adversas. Por tanto, los quistes de L. blattarum podrían ser inhalados hasta las vías respiratorias y con las condiciones adecuadas de humedad, temperatura y oxígeno, podrían sufrir exquistación. Este último proceso, se produce por contacto con agentes reductores, generalmente sales biliares o enzimas digestivas, aunque también puede producirse de forma espontánea. Así se producirían trofozoítos libres y por tanto móviles en el epitelio de las vías respiratorias, lo que probablemente afectaría a los humanos a través de receptores activados por proteasas (5), o por interacción con receptores específicos en el tracto respiratorio. Se plantea que los antígenos penetran a la mucosa del tracto gastrointestinal por disrupción y esto a su vez se correlaciona con un proceso alérgico, el cual es mediado por receptores de proteasas activados (6).
Chen y Meng (7) informaron el primer caso de infección pulmonar en humanos por L. blattarum en China en 1993. Sin embargo, en la literatura sólo se han reportado 140 casos entre 1993 y 2016 y la mayoría de ellos fueron en China, unos pocos en España y otros en Perú (8). En la India se reportó recientemente un caso de un paciente coinfectado con tuberculosis (2).
L. blattarum puede causar infecciones en una variedad de tejidos y órganos, incluyendo seno maxilar, aparato respiratorio y sistema reproductivo. Las infecciones son difíciles de diferenciar de otras con síntomas clínicos similares como neumonía y bronquitis. Alrededor del 96% de los casos están asociados a la infección del tracto respiratorio, aunque existen reportes de sinusitis e infecciones urinarias. El síntoma más frecuente es la tos sin expectoración y más del 50% de los pacientes presentan fiebre. Los hallazgos de laboratorio han mostrado algunos casos eosinofilia con opacidad y condensación de las imágenes al examen radiológico (9,10).
Los síntomas de esta infección pulmonar parasitaria son similares a los de otras etiologías infecciosas respiratorias, como el asma bronquial, bronquiectasias, neumonía, abscesos pulmonares y tos. Presentan expectoración de diferentes características (esputo blanco, purulento o sanguinolento), fiebre entre 37.5 y 39°C en la mayoría de los casos, signos de obstrucción de la vía aérea, disnea, opresión del pecho y a la auscultación se escuchan crepitaciones y sibilancias en ambos pulmones (11).
Los hallazgos radiológicos (radiografías y tomografías computarizadas) específicos comprenden desde opacidades reticulares hasta el compromiso consolidativo alveolar, presencia de derrame pleural en algunos casos, con hipoxemia de diferente grado de acuerdo con la severidad y respuesta clínica de los pacientes. En los casos de pacientes con broncoscopia se documentan secreciones en las vías respiratorias, mucosa bronquial congestiva, inflamación, edema, focos de hiperplasia y algunos de necrosis e incremento de eosinófilos circulantes en el 35% de los pacientes (11).
Las muestras frecuentemente utilizadas para el diagnóstico son el lavado broncoalveolar y el esputo; no obstante, el escobillado de garganta podría usarse (9,10). El diagnóstico de laboratorio se basa principalmente en la observación de la morfología parasitaria a través del microscopio de luz. Sin embargo, en algunos estudios se han confundido las células ciliadas del tracto respiratorio de los pacientes con L. blattarum y algunos protozoarios multiflagelados (12). El diagnóstico molecular se lleva a cabo a través de una reacción en cadena de polimerasa específica (PCR) donde se puede observar una banda de 214 pb que confirmaría el género Lophomonas spp (13).
Como se mencionó anteriormente, se cree que la inhalación de los aerosoles con los ooquistes de Lophomonas infecta a los humanos, pero también se considera la ingestión de comida contaminada con heces de cucarachas. Las condiciones higiénicas deficientes y la presencia de altas poblaciones de cucarachas en hábitats humanos se constituyen en factores de riesgo importantes (12).
La inmunosupresión es un factor que predomina en pacientes con estados nutricionales deficientes, exposición a condiciones higiénicas desfavorables y múltiples comorbilidades que limitan la respuesta inmune de los pacientes. El tratamiento se realiza con derivados de los nitroimidazoles como metronidazol. El tratamiento consiste en 500 mg de metronidazol oral cada 8 a 12 horas o 2g al día en adultos y 7.5 a 15 mg/kg cada 8 horas en niños durante una semana. Los casos graves se pueden tratar con metronidazol intravenoso 15 mg/kg/h seguido de 7.5 mg/kg/6h como mantenimiento (13). Se describen otras alternativas terapéuticas con Tinidazol y Albendazol y hasta la presente no se han descrito casos fallidos relacionados con el manejo farmacológico (8).
Aunque es una rara enfermedad, la presencia cosmopolita de las cucarachas permite suponer que las infecciones por L. blattarum podrían ser más comunes de lo que se cree. Neumonías con o sin eosinofilia principalmente en pacientes inmunosuprimidos, deben ser consideradas por el médico al momento de realizar un diagnóstico clínico diferencial.
Existen 4.600 especies de cucarachas y de estas, solo se han identificado 30. Las cucarachas existen hace unos 320 millones de años, lo que corresponde con el periodo Carbonífero (14), así que habrá cucarachas por largo tiempo y por lo visto, tendremos que saber convivir con ellas y sus microorganismos.
Copyright & License
Author
Francisco Camargo-Assis
Clínicas Zayma y Universitaria, Medicina Integral CUMI. Universidad del Sinú. Montería. Colombia., Colombia
Author
Salim Máttar
Universidad de Córdoba, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Instituto de Investigaciones Biológicas del Trópico, Montería. Colombia, Colombia
Author
Marco González T
Universidad de Córdoba, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Instituto de Investigaciones Biológicas del Trópico, Montería. Colombia, Colombia